Wednesday, May 02, 2007

Revolución


Qué decimos cuando decimos revolución?
Qué deseamos cuando íntima o públicamente deseamos una revolución?
Deseamos de alguna manera una revolución?

Como los ruidos o las manchas que nuestros sentidos no identifican pero no cesan de intentar asignarle una identidad, un contenido, un sentido, la palabra revolución parece un conjunto vacío... o un agujero negro que por diferencia de masa absorbe el anhelo, la ilusión, la fantasía; sólo parecido a demandar lo imposible.

Es la expresión de un deseo o de una frustración? Es demandar libertad u orden?

Estado o anarquismo? Recuerdo a Fernando Rey en Pasqualino Sete belleza que encarnaba a un anarquista encerrado en el mismo campo de concentración, cuando se zambulle en el pozo ciego, cisterna de caldos pestilentes, manifestando: "el hombre en el desorden!!!"
Existe la utopía de la comunidad organizada? O siempre estaremos a punto de dar un próximo paso al vacío?


El liberalismo planeó albergar y pensaba, un conjunto "posible" de diferencias... en cambio el plan que hoy nos circunscribe (nos rodea e intenta inscribirnos, escribir la ley en nuestro cuerpo -prohibición de fumar, asignación de sexos, obligatoriedad de la donación de órganos-) no solo apunta en otra dirección sino que alienta desvergonzadamente a cancelar nuestra vocación por la libertad, nuestro discernimiento.

Entonces... ésta es una expresión de revolución deseada?

En todo caso es una revolución que en nada se parece a la fantasía romántica de un mundo libre, de un hombre nuevo, liberado y puesto en condiciones de expresar todo su potencial (porque mal que nos pese todo el potencial del hombre no es solo lo bueno que rescate una ética circunstancial, es también lo malo y lo desconocido, sus zonas oscuras)

Pero sin embargo en la confusión semántica, y no tanto por deseo y si por frustración, en la inercia ideológica, en el caldo de cultivo, se cocina la comunidad organizada: el stalinismo o el fascismo en cualquiera de sus formas que tiene su respaldo en el miedo y en la angustia, a la par que en el anhelo por la vocación idealista.

El sicoanálisis freudiano definió que somos esencialmente insatisfechos por frustración del deseo original... simbología bíblica... cultura judeo cristiana... y de ese modo reduce todo a un único deseo...antes de poder formularlo ya somos sujetos pasivos de un deseo frustrado.

Lamentablemente de esa manera no construimos mas que sujetos frustrados, hijos de la angustia y el miedo incapaces de producir verdaderos deseos, que solo podemos transferir hacia adelante ese vacío semántico, ese vacío desiderativo (de-sideral por lo universal) y así construimos un fantástico imposible, carente de sentido: la revolución, en donde creemos que toda nuestra angustia será redimida.(o las expresiones menores como la rebeldía, la trasgresión, el desdén y desprecio por la cultura y la educación)

Demandar lo imposible... qué es lo imposible, la libertad anarquista o el orden absoluto?
En que ámbito podremos expresar todo nuestro potencial? En el ejercicio de nuestra libertad o acotados por una legislación ominosa que haga tabla rasa con cada individuo?

La ley intentará sujetar al individuo, pero éste cada tanto podrá dejar de ser sujeto de la enunciación, de la gramática, del lenguaje, para recrear su deseo, exonerado de sus responsabilidades civiles e ideológicas.

Paradójicamente el recorrido idealista se conjuga con el compromiso político: del anhelo romántico, humanístico, al rigor y la disciplina social...
Un fenómeno psíquico, de inconciente colectivo, que en última instancia prefiere cancelar sus posibles; inhibirse, antes que animarse y poner el coraje necesario para dar forma a un deseo propio.

bah, digo... mal que les pese a los dictadores del deber ser.

1 Comments:

Blogger Andreu Navarra said...

Estas maniobras descritas tratan de ser superadas cuando uno examina las estrategias de imposición de cualquier revolución planeada. Esta revisión arroja luz sobre la contradicción interna de toeda revolución. Sólo la revisión continua de los medios tiene algo de revolucionario en un sentido depurativo.
¡Saludos y un abrazo!

4:51 AM  

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